Según José Gasca Zamora, académico del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, un efecto del modelo de las FIBRAs son los cambios de usos de suelo masivos y la expulsión de poblaciones originarias a las periferias. Y su ejemplo es Mítikah.
“Estos modelos, a veces, entran en contradicción con los lugares donde se implantan. Le llaman
urbanismo de acupuntura: muchos cambios de uso de suelo, de zonas de vivienda tradicional a condominios”, explica el investigador.
Y es que, subraya, en México las FIBRAs están reguladas como instrumentos financieros, pero no como instrumentos de planeación urbana.
De hecho, normas de desarrollo urbano vigentes desde la década de 1980 y otras recientes, cuya intención era proteger áreas de valor ambiental, encauzar el crecimiento de la ciudad y garantizar vivienda asequible, han servido para la proliferación de FIBRAs y megadesarrollos.
Entre 2000 y 2022, se presentaron 211 denuncias administrativas y penales contra desarrollos inmobiliarios por violaciones al uso de suelo urbano, construcciones irregulares, ruido y vibraciones. La mayoría llegó a la PAOT, donde 44% de las denuncias son contra edificios de Fibra UNO, 15% contra Grupo Inmobiliario Be Grand, 13% contra Grupo Danhos , 7% contra Galerías Inmobiliaria y el resto contra otras constructoras e inmobiliarias. Pero la Procuraduría no tiene ‘dientes’.
“Las Resoluciones Administrativas que emite la PAOT no son vinculantes, es decir, no son obligatorias en su cumplimiento por parte de las autoridades competentes. Sin embargo, dichas Resoluciones proporcionan a las diversas autoridades competentes elementos a los que en la mayoría de los casos no tienen acceso”, respondió la institución a N+ Focus en noviembre de 2022.
En el campo penal tampoco hay resultados. A pesar de los elementos que la PAOT le da, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México sólo ha judicializado, en promedio, dos casos anualmente desde 2006.
En el caso de Mítikah, la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) perdió un juicio a nivel local y continúa otro en tribunales federales, del que aún no hay resolución definitiva.
Una lucha por el territorio y los derechos
La última vez que el Pueblo de Xoco protestó contra Fibra UNO fue el 23 de septiembre de 2022, cuando el centro comercial de Mítikah abrió sus puertas.
“Agua sí, megadesarrollos no”, gritaban la Asamblea de Xoco y los otros colectivos capitalinos en contra de los grandes desarrollos.