Miguel de 27 años compró el 23 de julio del 2022 una Barrett calibre 50 en Tucson, Arizona. En la madrugada del 5 de enero del 23, seis meses después de la compra, esa arma sería decomisada por el ejército mexicano junto a otras 46 armas en la detención de Ovidio Guzmán en Sinaloa que dejó 29 muertos, 10 de ellos eran soldados.

Año con año miles de armas son rastreadas en diversos crímenes en México. Como los homicidios en la detención.

En México siete de cada 10 personas que sufren un delito con arma de fuego mueren. Hay más de 260 mil delitos en los últimos ocho años en todo el país.  

México es uno de los países con mayor regulación de armas. Al año se venden 24 mil armas, todas esas ventas las hace la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en las dos tiendas que tiene, una en la Ciudad de México y otra en Monterrey, Nuevo León. A pesar de esto se calcula que hay más de 16 millones de armas en todo el país.  

El número de armas vendidas en México al año sería lo que se vende en menos de un día en Estados Unidos. En el 2022 se vendieron más de 15 millones de armas, unas 41 mil al día. Arizona y Texas son los estados con más ventas de armas que terminan siendo usadas en crímenes en México.  

El rastreo

N+Focus logró acceder a los documentos que registraron el decomiso de las 47 armas en la captura de Ovidio Guzmán. 22 de ellas pudieron ser rastreadas y, el 70%, venían de los estados fronterizos de Arizona y Texas.  

El gobierno mexicano tiene acuerdo con la Agencia de Alcohol, Tabaco, Arma de fuego y Explosivos (ATF) para saber si las armas que fueron usadas en los crímenes salieron de Estados Unidos.  

“Cuando un arma es recuperada en México, esa arma es rastreada. Cuando se hace recibimos información sobre quién es el comprador original, esa información se comparte con las agencias en EUA y ellas investigan a quienes compraron el arma, y eso llevará a quién traficó el arma. A veces el comprador no es quien trafica, ya que en la organización hay quien cumple un tipo de rol. En México están los que reciben el arma y los que están financiando la operación por completo”, explica Steven Galloway, agregado en México de la ATF.

La mayoría de las armas Ovidio fueron compradas por hombres de poco más de 30 años, con direcciones en Phoenix o en los alrededores de la ciudad como Tempe o Glendale, Arizona. Además de comprar el arma que fue decomisada por el ejército mexicano se llevó múltiples armas. Solo hay un comprador que nació en México, los demás son ciudadanos estadounidenses.

Para entender cómo fueron estas operaciones visitamos estas tiendas.  

En todo Estados Unidos existen 78 mil vendedores de armas, lo que es más que todos los McDonalds, Burger King, Subway y Wendys juntos. 

Uno de esos vendedores es Marcus, que vende las armas en su casa. A las afueras de Tucson, Arizona, está la tienda Equestrian Trading Post donde Marcus recibe a sus clientes. Estos tuvieron que hacer cita con antelación.  

En N+Focus llamamos y dijimos querer comprarle una Barrett calibre 50 como la que vendió el 23 de julio del 2022. Cuando se la pedimos por teléfono nos contestó que justo un día anterior acababa de vender la última. Comentó que en cuanto pone que tiene una en su página no dura ni una semana. Aún así decidimos ir para ver qué otras armas tenía.  

Cuando llegamos a su casa, de una planta y con varios letreros dando la bienvenida,nos recibió y nos pidió esperar cerca de 40 minutos mientras terminaba de realizar una venta. Sobre las paredes de la casa tiene rifles automáticos y decenas de otras armas en el piso recargadas en la pared.  

Hay otros clientes, que están respondiendo un cuestionario que la ATF le pide a Marcus y a cualquier vendedor de armas certificado. Entre ellas hay preguntas sobre si son hispanos, si tienen algún problema de salud mental o si han cometido alguna vez un delito.

Este es uno de los procesos de seguridad que exige la autoridad para autorizar la compra. Por esos datos es como sabemos quiénes compraron las armas que se usaron en contra del ejército mexicano cuando se detuvo a Ovidio Guzmán.  

Cuando ya nos da acceso a su oficina tiene todo tipo de armas a su alrededor. Nos remarca que justo vendió la última Barrett y que al año consigue entre 12 y 15. 

Marcus: Acabas de perderte el calibre 50. Se vendió ayer y llegó el día anterior. 

N+Focus: ¿Sabes si algunas personas las compran para sacarlas del país?

Marcus::  Sí, lo hacen. 

N+Focus:¿Sabes que las están cruzando por la frontera?

Marcus:: Bueno, siempre que alguien viene y pregunta por una Barrett le hablo a la ATF y les pregunto, “¿conoces a esta persona?, ¿está en tu lista?” Y si me dicen que no, les puedo vender. Pero por lo regular, como digo, no quiero sonar racista, pero todos los “Chávez” y ese tipo de nombres son una señal de alarma inmediata.  

N+Focus: ¿Solo para la Barrett o también para otras armas también?  

Marcus:: Sí, principalmente para Barrett. 

John Lindsay Poland  es director de la organización civil Stop Us arms to México que busca detener el tráfico de armas de Estados Unidos a México y nos acompañó en esta y otras tiendas.  

“Arizona es uno de los estados donde es más fácil comprar un arma y hay muchas armerías. Hablando con una docena de comerciantes de armas, hemos escuchado que el mercado es muy laxo. Hay muchas armas de uso militar, que pueden disparar cientos de balas por minuto. Esto se debe a la demanda, por un lado, y a la cultura de armas que hay en el estado, y a la demanda al sur de la frontera. De eso varios comerciantes nos hablaron. Ellos saben que varias de sus armas son traficadas”.

Él ha trabajado el tema durante varios años y entiende bien la implicación de su trabajo. Sobre todo con las víctimas por arma de fuego. Para él, el tráfico de armas de Estados Unidos a México es doloroso.  

“Mucha gente en Estados Unidos saben que hay mucha violencia en México pero piensan que es un problema de México donde Estados Unidos no tiene nada que ver. Hemos intentado visibilizar el sufrimiento de mexicanos por las armas que vienen de EUA. Porque ese sufrimiento importa. Hay que también visibilizar el papel del mercado de armas, como en Arizona que pasan a la frontera”.

Armas que causan muerte 

En una base de datos de la Secretaría de la Defensa Nacional filtrada por el grupo de hackers Guacamaya se identifican cuatro mil 858 distribuidores que han vendido 10 mil 910 armas usadas en crímenes en México. En esta base, Texas y Arizona dominan el mercado pero estados como Connecticut, California, Massachusetts y Florida también aparecen.

Para Alejandro Celorio, consultor jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, el principal estado con venta de armas que son usadas en crímenes en México es Texas, seguido por Arizona.“Son dos estados fronterizos dentro de los que están los 10 municipios o condados de donde provienen la mayoría de las armas rastreadas desde escenas del crimen en México decomisadas a punto de venta en los Estados Unidos”, explica.

En 2021 el gobierno mexicano demandó a armerías y empresas fabricantes de armas y los señaló como responsables de la muerte de mexicanos.

“Esto no es contra EUA, es un procedimiento civil porque nos afecta el que no haya control sobre la venta de las armas. No es ir en contra de la enmienda que les da el derecho de portar arma, sino de la forma en que se fabrica y venden estas armas que llegan a nuestro país y que causan muerte”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró en la conferencia diaria mañanera del 5 de agosto de ese año. 

“Si las empresas hubieran querido modificar sus prácticas comerciales para evitar el tráfico, lo hubieran hecho desde hace mucho por que esto no es nuevo. A partir del inicio de los 2000 se fue incrementando el número de armas fabricadas en EUA y traficadas a México, es por esto que recurrimos a esas demandas civiles”, explica Celorio.  

La premisa de esta demanda está en hacer responsable de la muerte de mexicanos a la industria de armas y es un esfuerzo por poner el tema en la mesa para debatirlo. Hay dos demandas presentadas, una en Boston y otra más en Arizona, y se está a la espera de lo que digan los jueces en ambos casos.  

Desde Estados Unidos se ha pedido la cooperación al gobierno mexicano para tratar de evitar el tráfico de droga en específico de fentanilo. Para Alejandro Celorio la relación entre el tráfico de armas y el tráfico de drogas es intrínseca. “Solo imaginemos al crimen organizado sin el poder de fuego que tienen hoy día, sería más sencilla la acción del estado contra ellos”.  

¿Drogas por armas?

Para el agregado de la ATF en México, Steven Galloway, el tráfico de armas es un problema que ha existido por mucho tiempo. “Nuestra única misión en México es prevenir que cruzen las armas a México. Han existido avances en los últimos años para aumentar las habilidades para investigar y sancionar. La ley bipartidista de comunidades más seguras en 2022 por primera vez nos dio la habilidad de perseguir a compradores y traficantes, ya que antes de eso solo teníamos como delito el mentir en un acta de la ATF”.  

Hasta junio del 2022 traficar un arma a México no era ilegal. Ese mes se promulgó una ley para combatir el tráfico de armas y en estos nueve meses hay más de 200 casos.

“Muchas de las armas que se manufacturan en EUA cruzan la frontera y es parte de la violencia que vemos en México”, explica Ken Salazar, embajador de Estados Unidos en México desde su residencia en la capital. “Los resultados que hemos tenido en este breve tiempo es que las investigaciones han subido 217%. Los resultados de la ley del presidente Biden que ahora tenemos 206 casos abiertos contra bandas criminales por flujo de armas”.  

–¿Este problema tiene una solución a corto, mediano o largo plazo?  

-–Es difícil, pero la realidad es que nunca habíamos tenido una ley que lo hiciera un crimen grave… vamos a tener un impacto. Es difícil en los EUA porque la Constitución da mucha protección a quienes venden estas armas y es parte del debate político.  

Se calcula que en todo Estados Unidos hay más de 300 millones de armas y, quienes las disparan, saben que la ley los protege.  

“Básicamente puedes comprar las armas que tú quieras en cualquier lugar del país… solo unos pocos estados ponen restricciones de cuántas se pueden comprar en cualquier momento”.  

Uno de esos defensores de las armas es CJ Grisham, un militar retirado que se volvió abogado pro armas en Texas. Desde su oficina lleva varios casos de personas que buscan poder portar su arma, de cualquier tipo, en cualquier circunstancia y situación, sin que nadie los detenga. En su oficina tiene suficientes armas para equipar un pelotón. Nos lo dice mientras nos muestra las dos armas que siempre carga con él, una en el cinturón y una más en una cangurera. Cuando se sienta en su escritorio nuestra otra arma está pegada a la base de madera del mueble.  

“Creo que una de las razones por las cuales EUA nunca ha sido invadido es por el hecho de que si invades EUA no solo te enfrentas al ejército, sino que también enfrentas a millones de americanos armados que están dispuestos en defender su país, su nación y sus estados”.

La compra y venta de armas de fuego es algo que se ha registrado en Estados Unidos desde 1899. Más de un siglo después, la fascinación por algo que fue creado para matar es un negocio.  

Bori vive en Texas desde que era un niño. Él y su familia son de Puerto Rico. Conforme fue creciendo comenzó a interesarse en las armas. Una vez lo llevaron a dispararl y desde ahí comenzó a comprar. “He tenido una beretta, la tercera una 9mm, una escopeta 30, me la regalaron, con el divorcio tuve que vender una que otra arma, y otra que entré al academy (tienda comercial) la compré”.

Lo dice mientras nos muestra cada una de ellas en el estacionamiento de una tienda comercial.  

–¿Tú sabes que alrededor del 70% de las armas usadas en crímenes en México vienen de Estados Unidos?

–No lo sabía… está cabrón… eso no lo sabía, las armas, muchas armas, depende de dónde las consigas, uno nunca sabe a quién se las compra…

Bori también ha vendido armas. En Texas, cuando un particular vende un arma a otro particular no es necesario hacer una verificación de identidad o siquiera llevar un registro. Aun así Bori nos explica que tiene un formato por si en algún momento lo busca la autoridad si un arma que él compró y luego vendió fue usada en algún crimen poder decir que la vendió y a quién.  

“Yo conocí a un chavo que me preguntó. Nunca le vendí nada, pero me preguntó, si podría comprar el arma, si me costaba 5 mil me daban 10, el doble, pero las querían limpiar para llevárselas…Hay alguien que lo va a hacer… como en todo, alguien que por el dinero va a brincar”.