El Saqueo a nuestra historia: robo de piezas arqueológicas

Por Saúl Sánchez Lemus

En los últimos años se han recuperado 14 mil piezas en dieciséis países con ventas en mercados de arte por millones de dólares.

En los últimos cinco años, el gobierno mexicano ha trabajado en la recuperación de miles de piezas arqueológicas que fueron extraídas de contrabando del país. También ha realizado una campaña internacional para detener la venta de bienes arqueológicos e históricos mexicanos en galerías y subastas en países que protegen el comercio de antigüedades.

Estos esfuerzos se ven opacados por un “mercado negro” interno de bienes arqueológicos que es promovido a través de redes sociales en el que participan redes internacionales de saqueadores, con miles de miembros, que buscan las piezas en sitios arqueológicos para venderlas y entregarlas personalmente o a través de empresas de paquetería.

Pese a que el INAH ha denunciado este comercio ilegal ante la Fiscalía General de la República, las redes de saqueadores y traficantes siguen operando y cada vez son más.

Bienes arqueológicos repatriados a México en valija diplomática a través de las embajadas y consulados mexicanos.
Bienes arqueológicos repatriados a México en valija diplomática a través de las embajadas y consulados mexicanos.

Los bienes prehispánicos repatriados son entregados al Instituto Nacional de Antropología e Historia para catalogarlos e inscribirlos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos.
Los bienes prehispánicos repatriados son entregados al Instituto Nacional de Antropología e Historia para catalogarlos e inscribirlos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos.

Las piezas arqueológicas mexicanas no son obras artísticas con valor monetario, son bienes patrimoniales que representan la historia e identidad de los pueblos originarios de México.
Las piezas arqueológicas mexicanas no son obras artísticas con valor monetario, son bienes patrimoniales que representan la historia e identidad de los pueblos originarios de México.

MERCADO NEGRO DIGITAL DE BIENES
PROPIEDAD DE LA NACIÓN



Son las 2 de la tarde y Eduardo llegó con una hora de retraso a la cita que primero fijó en los torniquetes de la estación Zapata de la línea 12 y después cambió a la avenida Félix Cuevas, justo en la salida surponiente de esa estación del Metro de la Ciudad de México.

De su mochila sacó una sonaja y un malacate, una pieza que en los pueblos prehispánicos se usaba para hilar. Ambos objetos elaborados con barro. 

Eduardo aseguró que se trataba de piezas prehispánicas que extrajo de Chalcatzingo, Morelos, y que las estaba vendiendo en 1,200 pesos. Su aspecto, era el de un hombre que trabaja en la construcción, porque su ropa y piel estaban cubiertas con tierra. 

“En la mañana me fui a dar un rolcito al llano a caminarle, por eso vengo medio acá, pero dije, no ya para qué le rasco, mejor me muevo” se justifica Eduardo y muestra una cuenta de piedra que encontró durante su caminata en el polvoriento llano de Valle de Chalco, un municipio del Estado de México conurbado a la Ciudad de México. 

Eduardo es un rascador. Así se les conoce a las personas que realizan excavaciones ilegales en sitios arqueológicos. Dice que tiene años rascando y que es parte de un grupo de 40 rascadores que buscan, en diferentes regiones del país, piezas prehispánicas para comercializarlas a través de Facebook. 

“Como ya llevo años en esta onda de rascando me invitan a veces a Querétaro, me invitan a Morelos, me invitan a Veracruz, me invitan ahí a Teotihuacan, normalmente yo rasco en la zona Xico, pero hasta apenas me invitaron a ir a Chalcatzingo y las cosas, tanto el barro tanto los grabados son muy diferentes de lo que viene siendo la zona de Xico” explica Eduardo, quien es miembro de un grupo de Facebook llamado Rescatadores de Figuras Prehispánicas, con más de 70 mil miembros, el cual fue denunciado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, ante la Fiscalía General de la República que integró la carpeta de investigación FED/FECOC/UEIDAPLE-CD-MX/00002635/2023.

“Venden bienes arqueológicos propiedad de la Nación en redes sociales. Es un universo muy grande de traficantes. Hay gente que se dedica de lleno a esto, ha hecho su modus vivendi del tráfico en redes sociales” advierte un especialista de tráfico electrónico del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, quien pidió omitir su nombre.

En 2013 el INAH detectó un grupo de tráfico de objetos arqueológicos mexicanos operando en Facebook.

Actualmente se tienen identificados más de 30 grupos, con miles de miembros, que promueven actividades delictivas señaladas en la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos.

Actividades delictivas como destrucción y saqueo de sitios arqueológicos, restauración no autorizada de piezas, traslado, venta e intercambio de bienes arqueológicos.

“Abiertamente ponen que se dedican a la compraventa de piezas arqueológicas. La mayoría de tratos se cierran en inbox. Hemos identificado ya grupos que son administrados desde el extranjero donde se ofertan bienes arqueológicos propiedad de la nación mexicana. Somos vecinos de un principal mercado (Estados Unidos) consumidor también de objetos arqueológicos de todas partes del mundo” apunta el especialista de tráfico digital, quien agrega que pese a que el INAH ha realizado 60 denuncias ante la Fiscalía General de la República y se le ha pedido a Facebook que cierre los grupos, sigue el mercado negro de bienes arqueológicos mexicanos a través de la red social.

TRAFICANTES INTERNACIONALES
EN CHALCATZINGO



Regino tenía 12 años de edad cuando llegó una camioneta pick-up a Chalcatzingo, Morelos. Corría la década de los años sesenta del siglo pasado. Era extraño y emocionante ver una camioneta circular por las solitarias calles empedradas de la pequeña comunidad, por ello el pequeño Regino se subió a la parte trasera del vehículo que detuvo su marcha junto a la parcela de Martiniano Zárate.

El pequeño se sentó sobre una roca y observó que unos hombres subieron a la caja de la camioneta la piedra grabada que en el pueblo conocían como la cabeza del muñeco y la cubrieron con ramas.

“Nos gustaba subirnos en su cabeza y brincar, pues cositas de niños. No estaba enterrada nada, estaba completamente libre” señala Regino, quien a sus 85 años de edad, aún recuerda que aquellos hombres encendieron la camioneta y se fueron del pueblo.

Regino es el cantero de Chalcatzingo, heredero de la técnica y el conocimiento de sus antepasados que hace 3 mil años esculpieron el Portal Al Inframundo.
Regino es el cantero de Chalcatzingo, heredero de la técnica y el conocimiento de sus antepasados que hace 3 mil años esculpieron el Portal Al Inframundo.

En aquel momento Regino ignoraba que sería un testigo clave de uno de los saqueos más terribles de bienes arqueológicos mexicanos en la historia moderna del país. La piedra robada era el Monumento 9 de Chalcatzingo, conocido como el Portal Al Inframundo, un elemento sagrado de origen olmeca con 2,500 años de antigüedad, valuada en el mercado negro en 20 millones de dólares.

“Para nosotros ese saqueo fue devastador para nuestra comunidad, fue un robo de identidad, fue un robo de cultura” afirma indignado Rafael Flores, un joven habitante de Chalcatzingo promotor de la identidad indígena.

En 1968, la piedra apareció exhibida como parte de una colección privada en Estados Unidos. Los traficantes la habían partido en 24 pedazos para sacarla de México como rocas sin valor.

Muestras analizadas de caballito de mar tras una inspección de la Profepa en la Aduana de Ensenada en mayo del 2013.

“La pegan, se la llevan a distintas exposiciones en los Estados Unidos. Queda por mucho tiempo exhibida en el Museo Metropolitano de Nueva York, en Washington, o sea hace un tour” 

afirma Carolina Meza, la arqueóloga que formó parte de un grupo de arqueólogos mexicanos y estadounidenses que durante más de 20 años trabajo en un amplio expediente para exigir la devolución a México del monumento olmeca.  

Seis décadas después, el Portal Al Inframundo está en medio de una gran bodega en Denver, Colorado, a 2,800 kilómetros de Chalcatzingo. Es custodiado por personal de seguridad y funcionarios estadounidenses. Aquí lo depositó la acaudalada familia que lo tenía en su poder, la cual accedió a devolverlo con la condición de que no se revelara su identidad.

Los coleccionistas privados no comprobaron la posesión lícita del Portal Al Inframundo. Fueron obligados por autoridades estadounidenses a devolverlo para ser repatriado a México y para finalmente devolverlo al pueblo indígena de Chalcatzingo.
Los coleccionistas privados no comprobaron la posesión lícita del Portal Al Inframundo. Fueron obligados por autoridades estadounidenses a devolverlo para ser repatriado a México y para finalmente devolverlo al pueblo indígena de Chalcatzingo.
Los coleccionistas privados no comprobaron la posesión lícita del Portal Al Inframundo. Fueron obligados por autoridades estadounidenses a devolverlo para ser repatriado a México y para finalmente devolverlo al pueblo indígena de Chalcatzingo.
Los coleccionistas privados no comprobaron la posesión lícita del Portal Al Inframundo. Fueron obligados por autoridades estadounidenses a devolverlo para ser repatriado a México y para finalmente devolverlo al pueblo indígena de Chalcatzingo.

“Es que fue tráfico ilícito, es que se la robaron, es que nos la arrebataron. Pues no es bonito ser expuesto en este tipo de casos” 

apunta Ana Miramontes, directora de Conservación e Investigación del INAH, encargada de viajar a Denver para realizar el dictamen de autenticidad del Portal para robustecer la investigación que hizo la Unidad de Tráfico de Antigüedades de la Fiscalía de Nueva York que culminó con su devolución a México en mayo de 2023.  

“No fue una devolución voluntaria, fue una cuestión legal y se le dijo a las personas que tenían bajo su poder que había toda la evidencia que esto tenía que ser devuelto a México” explica la arqueóloga Carolina Meza, quien agrega que el rompecabezas de Chalcatzingo aún está incompleto porque faltan piezas por recuperar.

DE EXCAVACIONES CLANDESTINAS
A GALERÍAS Y CASAS DE SUBASTAS



Los saqueadores provocan graves e irreparables daños en los sitios arqueológicos en los que realizan excavaciones clandestinas para saquear los bienes arqueológicos que comercializan en el mercado negro electrónico.
Los saqueadores provocan graves e irreparables daños en los sitios arqueológicos en los que realizan excavaciones clandestinas para saquear los bienes arqueológicos que comercializan en el mercado negro electrónico.
Además de los 58 mil sitios arqueológicos que tiene registrados el Instituto Nacional de Antropología  e Historia existen un enorme número, no identificado por las autoridades, de áreas con una gran riqueza arqueológica de la que se aprovechan saqueadores y traficantes internacionales.
Además de los 58 mil sitios arqueológicos que tiene registrados el Instituto Nacional de Antropología e Historia existen un enorme número, no identificado por las autoridades, de áreas con una gran riqueza arqueológica de la que se aprovechan saqueadores y traficantes internacionales.

En lo alto de un cerro de la alcaldía Xochimilco, en el sur de la Ciudad de México, se encuentra una gran roca que originalmente tenía dos grabados que representaban a Xipe Totec y Xilonen, deidades de los antiguos xochimilcas. La roca fue dinamitada por saqueadores que pretendían hacer rodar los petrograbados hasta un camino, 100 metros cerro abajo, para robarselos. Por fortuna, la explosión sólo partió la roca. Xipe Totec quedó en su lugar centenario y Xilonen tres metros abajo. 

“Esta piedra iba a ser saqueada, querían hacer lo mismo que en Chalcatzingo para que la fueran a vender o terminar en una casa de subastas” denuncia Cristian Mancilla, habitante de Milpa Alta e historiador por la UNAM. Agrega que en la alcaldía Milpa Alta existe una docena de sitios arqueológicos que, a pesar de estar registrados por el INAH, se encuentran abandonados expuestos a la intromisión de saqueadores y traficantes de piezas arqueológicas.

“Se informan por las redes sociales de que pues acá hay zonas arqueológicas que no han sido exploradas y extraen diferentes piezas y las subastan por ejemplo en Estados Unidos y cobran muchos pesos por nuestro patrimonio”

“Se informan por las redes sociales de que pues acá hay zonas arqueológicas que no han sido exploradas y extraen diferentes piezas y las subastan por ejemplo en Estados Unidos y cobran muchos pesos por nuestro patrimonio”

El INAH cuenta con el resguardo de 193 zonas arqueológicas y el registro de 58 mil sitios arqueológicos, la gran mayoría de ellos sin protección ni control en regiones selváticas, montañosas y valles a lo largo y ancho de todo el país.

“México es definitivamente una gran zona arqueológica” apunta Alejandro Bautista, subdirector de Registro Arqueológico del INAH. Lamenta que existan excavaciones clandestinas aprovechando la amplitud del territorio y que las autoridades no tienen conocimiento de un sin número de yacimientos arqueológicos.

Detrás del robo y tráfico de bienes arqueológicos mexicanos hay un esquema criminal integrado por saqueadores que buscan las piezas en excavaciones clandestinas, intermediarios que compran esas piezas para sacarlas clandestinamente del país y llevarlas a los principales mercados de antigüedades de Estados Unidos y países europeos como Francia, España y Países Bajos donde son adquiridas por coleccionistas privados, galerías y casas de subastas.

“Todas las piezas que vemos en subastas en Francia, en Alemania, sobre todo en Europa es muy común estas subastas, y en Estados Unidos, tienen un origen ilícito que es el saqueo y el robo de zonas arqueológicas aquí en México” explica María José Buerba, directora para la Restitución de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Relaciones Exteriores.  

Galería de Arte en Estados Unidos que ha ganado miles de dólares con la venta de piezas arqueológicas mexicanas. Está denunciada por la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Cultura le ha solicitado detener el comercio ilícito de los bienes culturales de México.
Galería de Arte en Estados Unidos que ha ganado miles de dólares con la venta de piezas arqueológicas mexicanas. Está denunciada por la Fiscalía General de la República y la Secretaría de Cultura le ha solicitado detener el comercio ilícito de los bienes culturales de México.

De 2019 a 2024, las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Cultura presentaron recursos diplomáticos y legales para tratar de detener 88 subastas de bienes arqueológicos e históricos mexicanos en 9 países de Europa y 3 de América.  

Número de subastas y de piezas ofertadas por 43 galerías y casas de subastas de 2019 a 2024

En Estados Unidos se subastó el mayor número de piezas arqueológicas e históricas mexicanas. Sólo en una subasta celebrada en Nueva York se ofertaron 1,384 piezas. Mientras que en Francia se realizó la mayor cantidad de subastas con 50 de 88 subastas celebradas en 12 países.

Aduanas de México con mayor número de denuncias

“En realidad quizá solo una subasta se habrá frenado” explica Alejandra Fraustro, secretaría de Cultura en el periodo 2018-2024. Señala que en México se cuenta con una ley que establece que todo el patrimonio arqueológico es de la nación mexicana y no una mercancía. 

Pese a las protestas diplomáticas y las denuncias penales, fueron subastados 3,952 bienes históricos y principalmente arqueológicos. Tan solo uno de ellos, la representación en roca de una Diosa Azteca, fue vendido en una subasta de la Casa Millon, en Francia, en 290 mil euros. 

“Que al final se venden, es una ofensa muy profunda y es como perder el rastro de nuestra identidad para que acabe en una casa no sabemos dónde” señala Alejandra Fraustro, quien explica que en Francia su legislación les permite el comercio de bienes arqueológicos y sentencia que puede ser legal, pero no es ético. 

SAQUEO Y TRÁFICO IMPUNE
DENTRO DE MÉXICO



Durante los últimos seis años, el gobierno mexicano ha promovido la repatriación de bienes arqueológicos e históricos a través de la campaña Mi Patrimonio No Se Vende. En ese periodo se logró la recuperación de poco más de 14 mil objetos. En la mayoría de los casos se trató de devoluciones de buena fe por parte de los tenedores de las piezas que decidieron regresarlas a México de manera voluntaria. También fue el resultado de operaciones de corporaciones policiacas extranjeras, como el Comando Carabinieri de Tutela del Patrimonio Cultural en Italia y el FBI en Estados Unidos, que aseguraron piezas en sus países y las devolvieron a México. La estrategia mexicana no contempla trabajo de investigación de quiénes promueven el tráfico ni su sanción.

Países de los que se han repatriado bienes arqueológicos e históricos de 2018 a 2024

El 70 por ciento de bienes arqueológicos e históricos mexicanos ha sido recuperado en Estados Unidos con la colaboración de autoridades como el FBI, el Departamento de Estado y la Fiscalía de Nueva York. De Francia fueron recuperadas tres piezas arqueológicas que tenía en su poder un particular, quien decidió regresarlas de manera voluntaria. Las casas de subastas que operan en Francia se han negado a devolver bienes culturales a México.

Aduanas de México con mayor número de denuncias

“No es un objetivo de que se inicie un procedimiento penal contra el coleccionista, es recuperar la pieza y dejar que las autoridades estadounidenses desarrollen sus investigaciones sobre un presunto tráfico ilícito o red criminal” explica Alejandro Celorio, ex Consultor Jurídico de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Por ello, el gran pendiente en la protección del patrimonio cultural de México es combatir el saqueo y el posterior mercado negro de piezas arqueológicas dentro del territorio nacional, afirma el arqueólogo y perito del INAH, Omar Silis.

“El hecho de saber que esos bienes están fuera del país, es que hay un mercado interno también de saqueo y ese es el que no se está combatiendo. Están a la venta a la luz pública y eso es lo que hay que combatir para evitar hacer repatriaciones, porque esas son las que salen del país”

“El hecho de saber que esos bienes están fuera del país, es que hay un mercado interno también de saqueo y ese es el que no se está combatiendo. Están a la venta a la luz pública y eso es lo que hay que combatir para evitar hacer repatriaciones, porque esas son las que salen del país”






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